Quitar el motor puede ser un proceso complicado y habitualmente requiere la asistencia de un técnico para quitar y poner el motor. Si necesita de asistencia técnica póngase en contacto con nosotros.
IDENTIFICAR EL MOTOR EN UNA CINTA DE CORRER
Primero debemos ver donde se encuentra el motor de nuestra cinta de correr. Generalmente se encuentra en la parte delantera del tapiz bajo una carcasa, pero en algunas cintas se encuentra debajo del tapix.
Posteriormente identificamos donde están los tornillos de la carcasa de plástico y forma de acceder a ellos. Quitamos todos los tornillos de la carcasa, y procedemos a la separación de la misma. Hacerlo siempre, siempre con la cinta desenchufada.
Leer las etiquetas del motor.
- Modelo.
- P/N: Referencia del motor de la cinta de correr.
- HP: Potencia en caballos.
- HPP: Pico de potencia en caballos.
- W: Vatios de potencia.
- RPM: Revoluciones Por Minuto.
- VDC: Corriente continua.
El motor tiene 2 cables de salida, los cuales se conectan con la placa del motor.
Proceso de apertura e identificación del motor de la cinta en imágenes
CAMBIAR EL MOTOR DE LA CINTA DE CORRER
Si fuese necesario cambiar el motor de la cinta, este deberá ser igual o compatible con el que tenemos actualmente. Nuestro técnico hará una valoración de la versión del motor, buscaremos el motor que encaje con su cinta, y se lo montaremos para que funcione a la perfección. Es uno de los principales problemas y la necesidad de reparación de la cinta de correr.
Use la llave inglesa para quitar los pernos del motor y también quite el cable del motor del tablero de control.
Quitar completamente los tornillos y anclajes que van a la cinta de correr. Este ajuste deberá estar perfecto para no producir holguras en el movimiento del motor a la correa de transmisión.
Saca el motor del molino y quita el perno con una llave.
¿Se puede reparar el motor de la cinta de correr?
Incluso con un mantenimiento regular, los motores de las cintas de correr no duran para siempre. Si el motor se ha fundido, sustituirlo puede ser una opción más rentable que comprar una cinta nueva. Si no confías en tu capacidad para sustituirlo tú mismo, puede merecer la pena contratar a un técnico cualificado.